No hay mal que por bien no venga

Dicen que no hay mal que por bien no venga.

Era malo que el candidato-presidente utilizara los recursos oficiales para hacer campaña, era malo que utilizara los informes de inteligencia para hacer campaña e incluso acusaciones temerarias.


Pero vaya que ha sido bueno el desenlace de los acontecimientos:

• Bajó la popularidad e intención de voto por el candidato-presidente.


• Se le dió figuración a uno de esos candidatos que puede que tengan ideas pero nunca son escuchados.


• Al señor cara de morsa le están apareciendo gallitos finos que le van a dar la pelea en la consulta liberal.


• El partido liberal va a llegar a las elecciones bastante dividido, dándole oportunidad a otros partidos que no tienen ni el trapo rojo, ni la maquinaria, ni el voto amarrado costeño.

Bien dicen que no hay mal que por bien no venga.