Desde que nació, Julio, supo que era especial. No recibió la misma educación pública que todos sus amigos, creció en medio de tutores que lo impulsaron, más que nada, a escribir y escribir. Escribir no sobre cualquier cosa, sino escribir sobre la tecnología que había sido inventanda en una época específica del pasado: La comprendida entre 1950 y 2050. Siempre fue una incognita el porqué, ¿por qué apegarse a esos años, a esa remota época en que la energía atómica apenas empezaba a esbozarse?
Su ropa también era extraña y, cuando fue avanzando en sus estudios, descubrió que sus ropas correspondían a una época ligeramente anterior, unos cincuenta años, a la que le pedían estudiar.
Además le obligaban a escribir a mano cuando con dictarle a un transcriptor atómico se habría ahorrado al menos la mitad del tiempo.
Pero, sabía que hoy era un día importante, al fin sabría, a sus 19 años recién cumplidos, que se escondía tras de toda esta situación, tal vez comprendería el porqué de su vida. Así que se dirigió rápidamente a las oficinas centrales del ministerio de Educación, tecnología y ciencias.
La sala de espera era acogedora y cómoda sin dejar de ser moderna. La invención de los materiales autolimpiadores la hacía ver pulcra todo el tiempo sin necesidad de tener a alguien encargado. Una de las sillas ya estaba ocupada, se anunció con la secretaria y se sentó al lado del otro joven que estaba esperando. Le pareció curioso ver que las ropas del otro tampoco eran las usuales para la época, pero tampoco eran semejantes a las suyas.
- Mucho gusto, me llamo Julio.
- Encantado, soy Isaac.
- Estoy un poco nervioso, hoy puede ser el día mas importante de mi vida.
- Je, pues ya somos dos.
- ¿En serio?
- Sí, creo que hoy finalmente entenderé cual es el interés del ministerio en que estudie los años comprendidos entre el 2150 y el 2250
- Pensé que yo era el único con ese problema
- ¿El estudio de los años 2150 a 2250?
- Bueno, no exactamente: 1950 a 2050
- ¿Y el desmedido fomento a que escriba usando un computador y un teclado?
- Ya quisiera yo, a mi me tienen escribiendo a mano...
- Curioso...
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En el año 6148 se descubrió que al sol le quedaban veinte años de vida y que para resolver dicho inconveniente, para reversar la condición del sol se necesitaban 30 años para crear la tecnología y 15 años de trabajos con ella en el sol, la conclusión: el tiempo era insuficiente.
La comisión investigadora, después de muchas deliberaciones había llegado a lo que podía ser una solución o una cortina de humo, todavía era muy temprano para decidirlo. Se implantarían tres jovenes en épocas específicas de la historia con el único fin de generar curiosidad hacia posibles inventos que acelerarían, en un futuro, el hallazgo de la solución al problema de la muerte del sol. Se espera que eso hicira avanzar unos 80 o 100 años más rápido la tecnología, pero era una apuesta a la suerte...
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Mientras tanto en la oficina el ministro le explicaba a otro joven porque le habían hecho vestir y estudiar de acuerdo a otra época: dentro de poco él, Leonardo, saldría en un viaje a tráves del tiempo, hacia el pasado hacia 1450 aproximadamente, con una misión: escribir libros, hacer dibujos y fomentar la curiosidad de otros para conducir a la humanidad a realizar los inventos que hacían que en ese año, 6167, se pudiera vivir tan cómodamente. Pero, estando tan cerca de la explosión del sol hicieran falta algunos años más para crear una solución definitiva al problema.
- Bien señor Davinci podría usted por favor al salir mandar seguir a los señores Verne y Asimov, creo que les explicaré al tiempo a ambos, es muy desgastante esta conversación uno a uno...
2 comentarios:
me gusta.. chévere
juy, mano que cuento tan bueno
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