Duele como un putas saber que tu trabajo abnegado no vale ni cincuenta mil berracos pesos.
3 comentarios:
Anónimo
dijo...
Hay mejores recompensas al trabajo que el dinero, lástima que con 'la satisfacción personal del deber cumplido' -por ejemplo- no se pueda pagar la hipoteca... También está nuestro invaluable: 'Dios le pague' También es que las expectativas suelen estar sobre-valuadas Tampoco es lo mismo comprar dos canastas de águila light en el camión repartidor, o 4 coronas en un bar de moda, es cuestión de saberse gastar $50.000= de acuerdo a lo que le haya tomado ganárlos; un traqueto puede pagar eso por cuidarle la moto 5 minutos.
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Hay mejores recompensas al trabajo que el dinero, lástima que con 'la satisfacción personal del deber cumplido' -por ejemplo- no se pueda pagar la hipoteca... También está nuestro invaluable: 'Dios le pague'
También es que las expectativas suelen estar sobre-valuadas
Tampoco es lo mismo comprar dos canastas de águila light en el camión repartidor, o 4 coronas en un bar de moda, es cuestión de saberse gastar $50.000= de acuerdo a lo que le haya tomado ganárlos; un traqueto puede pagar eso por cuidarle la moto 5 minutos.
Lo triste es que el valor del trabajo se va a ver cuando ya nada se pueda hacer... "No se sabe lo que se tiene hasta que se pierde"
También es cuestión de perspectiva: la cosa no es que el trabajo no valga los cincuenta mil pesos sino que hay personas obtusas que no lo comprenden.
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