Mirando por la ventana de mi oficina veo caer la lluvia sobre un gran potrero y sobre los cerros de suba al fondo.
Si giro 110º en dirección contraria a las manecillas del reloj veo mi cama.
Apenas termine mi trabajo daré el giro de 110º y me meteré entre las cobijas.
Esa es la vida que siempre me he merecido.
4 comentarios:
Yo si no se si sería feliz así, eso de mezclar el tabajo con la casa no me suena tanto, si trbajo en la casa sería en una habitación destinada solo para ese fin...
pos sí que trabajar en casa tiene sus ventajas... pero después de unos cuantos meses pierde la mayor parte de su gracia. se lo digo yo que tengo la oficina en el apartamento desde hace un año.
.. que todos nos merecemeos.
Llevo más de dos años y nada que me aburro...
Ah, es que la cama está en el otro cuarto, yo trabajo en el estudio y para irme a la cama atravieso un corredor pequeño...
Publicar un comentario