Leía hoy en El Tiempo un artículo sobre la poca validez pedagógica del castigo.
En pocas palabras afirma que el castigo es más un desahogo de la rabia de quien castiga que una experiencia formadora para el castigado. En parte estoy de acuerdo y en parte no.
El viernes pasado que fuí a cine, a ver a mi amigo y casi doble Harry Potter, presencié como dos muchachitos, de 14 o 15 años más o menos, acompañados con su mamá servían un poco de cada una de las gaseosas disponibles en los dispensadores. El conocido mix o salpicón de gaseosas. Hasta ahí vaya y venga. Pero como a uno de ellos, despues de dar un sorbo al menjurje resultante, le pareció desagradable el resultado no tuvo el menor reparo en voltear la bebida, regando bastante gaseosa incluso en el piso, y volver a llenar el vaso de un solo sabor. Y la mamá se limitó a mirarlo impasible.
Aquí es donde digo como aplicaría, desde mi punto de vista un castigo en esa situación si el implicado fuera mi hijo. No estoy de acuerdo con darle un golpe, un correazo, cachetada o bofetón ahí delante de todo el mundo. Eso sólo sería descargar mi rabia en él, y realmente a los 10 o 15 minutos ya se habría olvidado y ya habría dejado de doler. Se habría perdido por completo el sentido del catigo.
En cambio lo que yo haría sería dejarlo sin gaseosa. Sería un "No, no señor usted ya sirvió su vaso y lo botó intencionalmente, se quedó sin gaseosa.". Y vendría con lo que siempre he afirmado a quienes, por mi rol de profesor, he tenido a mi cargo: Uno siempre es libre de hacer lo que quiera, pero debe asumir las consecuencias de sus acciones. Uno es libre de servir un poquito de cada gaseosa del dispensador, pero debe asumir las consecuencias, debe atenerse al jarabe que preparó y tomárselo.
Cerrando un poquito el tema, mi posición sobre el castigo es que a veces es necesario, pero en su justa medida. No soy partidario de arrodillar a la gente sobre granos de maiz, ni de golpearles el revés de las manos con varas de rosa, que para mí son castigos exagerados sin ningún contenido pedagógico. Pero si soy partidario de que, desde pequeño, uno debe ser responsable de sus actos y asumir las consecuencias así esas consecuencias a veces no sean las esperadas. Uno es libre de tomar sus decisiones, pero debe ser suficientemente responsable como para entender que esas decisiones le acarrearán consecuencias, buenas o malas, y que esas también deberá uno recibirlas de buen agrado.
4 comentarios:
Estamos de acuerdo en que el maltrato fisico por ningun motivo es un acto correctivo o de castigo adecuado, es mas nisiqiuera estoy de acuerdo con CASTIGO me parese mejor o estoy mas de acuerdo con la correccion u orientacion adecuada bajo la responsavilidd, nuvamente me apoyo en una frase de edel juearez
"uno no simpre ahce lo que quiere; pero tiene el derecho de no hacer lo que no quiere..."
Me encanta esa frase don Blade,
Bueno, yo estoy de acuerdo con todo do que dice don Kaalop, pero le comento que lo que uno piensa cambia bastante cuando le toca a uno ser padre... es una cosa mucho mas complicada de lo que uno piensa.
De acuerdo. El hacerle entender a los hijos, hijas en mi caso, que la resposabilidad sobre sus actos es ineludible y que por ello sus acciones deben ser concientes y responsables, es la mejor manera de educarlas. El castigo fisico esta mandado a recoger, es algo por demas contraproducente.
todo acto tiene una consecuencia y eso es ineludible, si no cumples con tus deberes no esperes que te se te den todos tu derechos. el castigo es válido, lo quieran o no, sino, porqué metemos a la cárcel a los delincuentes? eso también es castigo, corrige al niño y será un buen hombre.
el castigo debe hacer reflexionar al infractor sobre lo que hizo, esa es la consecuencia de sus actos. Me dirán ustedes que no es correcto castigar al que hizo mal? un niño de 14 años que te asalta para quitarte tu salario de un mes, que por cierto, es estudiante de 8° grado. Creo que si. el castigo si es válido, lo no válido es descargar ira sobre el infractor.
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