ME levanté de un salto, duchazo de 5 minutos y vuele a cojer taxi. El señor taxista muy amablemente me avisó que la autopista estaba imposible, pero que él conocía una ruta alterna, que si quería la tomabamos. Yo, pobre iluso, le dije que si, que si era para que nos rindiera estaba bien. Saqué raudo y veloz mi celular para llamar a mi jefe a avisarle que iba un poquito tarde, y al marcar una voz varonil me dijo:
Su servicio ha sido restringido por mora en el pago, su línea sera reactivada dentro de las venticuatro horas siguientes a la realización de su pago.
¡Ahora si me lleva el que me trajo! - pensé . Ahora bien, la famosa ruta alterna de don taxista implicó quince minutos y mil trescientos pesos más de lo habitual... faltando tres minutos para llegar, mi celular timbró: era mi jefe para preguntarme donde estaba y por que no habia llegado... "ya estoy a tres cuadras jefe, en cinco minutos estoy allá y hablamos". Corrí, subí el peatonal, bajé el peatonal, llamé el ascensor (lento como siempre pero esa es otra historia), entré a la oficina y directo a donde mi jefe (para estas alturas ya eran las 9:35 am):
- Que pena jefe, me cogió el sueño esta mañana.
- No he visto tu informe de actividades, pero tú el fin de semana viniste fue sábado y domingo, ¿Cierto?.
- Si, sábado y domingo.
- Y ¿Será que alcanzas a acabar ese proyecto hoy?
- Pues me falta montar dos formularios que me enviaron ayer, yo creo que entre hoy y mañana acabo.
- Ah bueno, pues si acabas hoy te tomas mañana y si acabas mañana te tomas el lunes, y tómate también el otro lunes y así quedamos a paces tú y yo.
- ... (poner aquí emoticón de lobo con quijada contra la mesa) ... Bueno jefe, gracias.
¡Y yo esperando un regaño por llegar tarde hoy!
2 comentarios:
Pues sinceramente... si a mi me tocara trabajar un sábado y domingo, sería lo mínimo que podría hacer mi jefe por mí.
Lo mismo opino yo. (aunque yo no trabajo realmente...)
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