Muchas cosas pasaron este fin de semana.
¡Al fin vamos a tener comedor!
Mi esposa, en una actitud muy de señora de casa, ahorró durante los tres meses y pico (casi cuatro) que llevamos casados y con un empujoncito de mi prima (la de mitad de año no una de mis familiares) vamos a tener comedor. Ya no seguiremos comiendo en nuestro flamante comedor de dos puestos (lease pupitre comprado por $5000 en remate de muebles de la universidad de mi esposa) y con la silla del computador y la del escritorio.
Volví a ver amigos de hace tiempo
El mismo fin de semana fue elegido por dos de mis amigos (uno desde Georgia y la otra desde Paisalandia) para pasar de visita a Bogotá. Resultado: salida el viernes a rumbear con remate en mi apartamento (Lo de "mi" es relativo). Resultado 2: Ahora tengo trago en la nevera y se quedará ahí hasta que vayan de visita otros amigos (o los mismos) pues ni mi esposa ni yo somos muy adeptos al alcohol (yo lo fui pero ya no).
Compré zapatos
Parece tonto pero eso en mi vida es noticia, suelo encariñarme mucho con mis zapatos. Además suelo comprar unos exactamente iguales a los que voy a botar. Pero esta vez compré unos de un modelo distinto (Aunque, lo admito, son del mismo color).
P.D. Como duele levantarse para ir a trabajar y dejar a la esposa (que ya está en vacaciones) acostadita en la cama calientita.
2 comentarios:
pues si lo del libro es en serio, se recibe y se devuelbe, logicamente
gracias...
Claro que es en serio...
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