La vuelta del bobo

El domingo en la mañana viajé a Villa de Leyva con el único fin de llevarle el carro a mi esposa que estaba aburrida de caminar por las empedradas y coloniales calles. Al llegar me sorprendió el ambiente festivo, pues estaban en la celebración de la Virgen del Carmen (que se celebra en cuanto pueblo tiene Colombia).

El lunes (hoy) debía estar yo muy puntualito en mi oficina a más tardar a las 8:00 a.m. lo que implicaba que o me devolvía el domingo en la tarde o madrugaba muchisimo el lunes. La disponibilidad de asientos en las flotas el domingo en la tarde me sugirió que la mejor opción era madrugar el lunes. Así que muy juicioso me he levantado a las 4:30 a.m. de hoy lunes 18 de julio de 2005 para encaramarme en el bus de cinco de la mañana, caminé hasta el terminal de Villa de Leyva (si es que se le puede llamar así al despacho de los intermunicipales) para encontrarme con la sorpresa de que estaban todos los tiquetes vendidos...

En ese momento me dije, pues ni modo me voy hasta Tunja y ahí si consigo transporte hasta Bogotá. Pero resulta que los colectivos hasta Tunja no salian sino desde las 6:00 a.m. lo cual implicaba llegar a Tunja a las 7:00 a.m. y a Bogotá a eso de las 9:00 - 9:30 a.m. y por ende tarde a trabajar. A esa hora sólo había colectivos para Ráquira y Sutamarchán. Pero la verdad yo no quería ni moyos ni longaniza.

Sólo me quedó tomar la última opción que tenía: devolverme en el carro que había ido a llevar...