Ayer me antojé otra vez de tener un hijo.
Y no es que ya tenga uno, es que me he antojado muchas veces. Adoro los niños y me encantaría tener uno propio. Me parece tan espectacular la posibilidad de formar un hombrecito o una mujercita para que sean un hombre o una mujer íntegros, con muy buenos principios morales, atentos, serviciales y juiciosos. Además está la posibilidad de disfrutarlos muchisimo con los momentos inocentes de descubrimiento del mundo y las cosas que los rodean, de las preguntas sin fin, de saltar, correr y jugar con ellos.
Sé que también está la contraparte, y que no dejan de traer dolores de cabeza y de ser una alcancía sin fondo. Pero no me importa, criar un hijo (o dos) es uno de aquellos placeres de los que no me arrepentiría de pagar sin importar cuanto me costara.
De momento ya tengo la primera parte de la "tarea" hecha, conseguí una esposa espectacular a la que adoro y de la que realmente puedo afirmar que me encantaría que fuera la mamá de mis hijos. Ahora estamos en la tarea de hacerles el nido para que cuando lleguen estén lo mejor posible, que tengan un papá y una mamá sin angustias económicas que les puedan dedicar todos los cuidados y atenciones que se merezcan, no sólo económicamente sino en la parte afectiva, espiritual, formativa y en todos los campos que puedan necesitarlo. Así que de momento tendrán que esperar un rato los hijos, mientras terminamos de hacer un nido confortable.
Sin embargo desde ya pueden tener la seguridad que en mi corazón, y en el de mi esposa, ya hay un lugar (otro nido) listo a recibir los hijos en el momento que lleguen a nuestras vidas...
1 comentario:
L@s hij@s...
Ten en cuenta que por más esfuerzos que hagan papá y mamá, existe una probabilidad enorme de que l@s niñ@s no sean íntegr@s, o atent@s o juicios@s...y de que no sigan los principios morales que consideramos buenos...
Es ahí cuando más fundamental resulta una madre o un padre, no para "corregir" lo que no tiene remedio, sino para acompañar...
Sofía
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